Apag Extremadura Asaja exige a las autoridades competentes la
adopción de medidas
urgentes y eficaces para frenar los robos en explotaciones agrarias que se está registrando en distintas comarcas
de la región.
En
rueda de prensa, el presidente de la organización, Juan Metidieri,
denuncia que los
robos se están produciendo en toda Extremadura, con especial
incidencia en la comarca de Tierra de
Barros,
especialmente en el término de Almendralejo, además de localidades como Fuente
del Maestre, Ribera de Fresno, Santa Marta de los
Barros o
Arroyo de San Serván.
“Solo la semana pasada, a las puertas de la Feria de Zafra, se produjo un robo
de más de 100
olivos grandes, con daños considerables tanto en la producción
como en los árboles para próximas campañas”, explicó Metidieri.
El
presidente recordó que, aunque la administración ha aprobado distintos
documentos de trazabilidad, “lo único que se ha conseguido es más
burocracia para el agricultor, sin que ello haya servido para
reducir los robos. El verdadero problema está en quien compra el fruto robado”.
“Las
autoridades saben perfectamente cuáles son los puestos de compra de
dudosa legalidad y dónde se encuentran. No puede entenderse que
se esté recogiendo aceituna por la noche sin que se actúe con contundencia. Hace
falta control real, coordinación y presencia en el terreno”,
reclamA.
Apag
Extremadura Asaja pide a la Delegación del Gobierno
y a la Junta
de Extremadura que refuercen los medios humanos y materiales
destinados a la vigilancia del campo: Si faltan agentes, hay que incrementar el
personal durante la campaña. Se necesitan más patrullas,
drones, helicópteros y unidades de caballería para disuadir y
reducir estos delitos.
Asimismo,
exige una máxima
coordinación entre ambas administraciones para intensificar las
inspecciones en los puntos de compra del fruto. “Si se controlan de verdad esos
puestos, se podría atajar el problema en un porcentaje altísimo”, comenta
Metidieri.
Desde
Apag Extremadura Asaja también se critica el “doble rasero” de las administraciones
en materia de control: “El mismo celo que se aplica para
inspeccionar a los agricultores, incluso con drones o caballería, debe
aplicarse para perseguir a quienes nos están robando. No somos
delincuentes, somos trabajadores del campo que exigimos protección y respeto”.
Desde
Apag Extremadura Asaja se insiste en que la
seguridad rural debe ser una prioridad inmediata, y que solo
con implicación, coordinación y firmeza por parte de las autoridades “se podrá
hacer un torniquete de verdad al problema que desangra al campo extremeño”.