APAG Extremadura Asaja ha vuelto a reivindicar la falta de
medidas naturales y eficaces para combatir las malas hierbas que proliferan en
el campo extremeño y que causan efectos nocivos en los terrenos donde se
plantan cereales de invierno.
Juan Metidieri,
presidente de Apag Extremadura Asaja, ha recordado que la proliferación de
estas malas hierbas es cada vez más intensa y faltan remedios naturales como la
quema controlada de rastrojos. En este sentido, se ha referido a la necesidad
de contar con productos como el Prosulfocarb, un herbicida que es aplicado a la
mayoría de campos de cereales y que resulta de los más eficaces para atajar el
problema de las malas hierbas.
Ante la petición
de cooperativas agroalimentarias para limitar este producto, desde Apag
Extremadura Asaja se manifiesta con rotundidad que el mismo debe mantenerse,
según establecen las indicaciones del propio producto, que además tiene
autorización hasta 2027. “Si continúa en el mercado es porque está autorizado
por todos los registros sanitarios”, indica Metidieri.
Desde esta
organización no se entiende que productos que cumplen con la normativa y las
respectivas exigencias sanitarias se tengan que limitar. Ante esta tesitura,
Apag Extremadura Asaja siempre ha defendido buscar soluciones reales y eficaces
y, por todo ello, sabemos que la quema de rastrojos controlada es la ideal.
Desde el año 2016 no se realiza en Extremadura una campaña general de quema de
rastrojos controlada. Con la normativa impuesta actualmente por la Junta de
Extremadura durante la temporada alta de riesgos de incendios, no se ayuda a
esta práctica natural y beneficiosa para nuestros campos.
“Queremos que se
rectifique la normativa como ya se ha hecho en otras zonas como la Comunidad
Valenciana, donde siempre por motivos fitosanitarios y con las autorizaciones
legales pertinentes, se permita la quema controlada de rastrojos sin necesidad
de permisos, siempre y cuando se esté a una distancia superior de 500 metros
con respecto a zonas forestales”, añade Metidieri.