El desmedido proteccionismo ambiental es un lastre para el desarrollo de la región, según APAG Extremadura Asaja

 ·       El “sinsentido” de la demolición de Valdecañas o las limitaciones a la agricultura y la ganadería son dos ejemplos de la deriva y la ambición ecologista del Gobierno

·       Las tesis ecologistas han imperado en el gobierno de la Junta sobre el desarrollo de la región y el apoyo a la Agricultura y la Ganadería

·       1,2 millones de hectáreas protegidas son un freno al desarrollo

APAG Extremadura Asaja ha criticado el “desmedido proteccionismo ambiental” que tiene la comunidad autónoma, lo que está suponiendo un lastre para el desarrollo y para el futuro de la región y sus habitantes. 

 

Para argumentar estas palabras, el presidente de APAG Extremadura Asaja, Juan Metidieri, ha hecho referencia a la sentencia de Valdecañas, cuya posible demolición sería “un error histórico” si se llega a ejecutar, o a lo que pasa en el campo, donde cada día hay más limitaciones para el desarrollo de actividades tradicionales que, precisamente, son las que han permitido que tengamos un entorno natural como el actual.

 

Lo que ocurre es culpa de una “ambición ecologista” del gobierno que se dedicó a ampliar a diestro y siniestro las zonas de protección y la Red Natura, sin medir las consecuencias. Ahora, lo que nos encontramos es que nuestra región es un lugar en el que no se puede hacer nada y en el que el hombre se ha convertido en la principal especie en peligro de extinción. “De esos polvos vienen estos lodos”, ha indicado Metidieri en referencia a Valdecañas.

 

Los culpables de este problema, que son los gobernantes que se han dedicado a proteger y proteger sin sentido, son los que deben revertir la situación y asumir su responsabilidad, puesto que el mensaje que estamos enviando al exterior es el de espantar a los inversores porque aquí todo son problemas medioambientales e inseguridad jurídica.

 

Ya está bien, ha dicho Metidieri, que todo sean trabas en vez de dar opciones de futuro a las generaciones, venideras ya sea desarrollando proyectos industriales o de ocio o favoreciendo la agricultura y la ganadería. Lo que se está haciendo es lo contrario, frenar el desarrollo

 

No es lógico que en una región con los datos de densidad de población más baja del país y con las dos provincias más grandes de España no tengamos suelo para desarrollar proyectos o llevar iniciativas agroganaderas, todo por el proteccionismo y el ecologismo más radicales.

 

Según Metidieri, el tiempo está demostrando que contar con 1,2 millones de hectáreas de suelo protegido, (3 Reservas de la Biosfera, 71 ZEPAS y 89 LIC´s) en vez de ser un revulsivo está siendo un lastre, como ya se había advertido desde APAG Extremadura Asaja.

 

Se ha insistido en la necesidad de una política medioambiental que desregule la protección y que facilite la llegada de iniciativas y las prácticas agrícolas y ganaderas si queremos tener futuro.  Cada vez es más difícil hacer cualquier cosa en Extremadura, sobre todo si se legisla y regula desde un despacho, sin conocer la realidad que nos rodea.

 

Viendo la situación actual, para APAG Extremadura Asaja “queda demostrado que las tesis ecologistas imperan en este gobierno y han tenido más peso en las decisiones que la viabilidad de la agricultura y la ganadería o el desarrollo de proyectos que generan riqueza y empleo en la región”, se ha concluido.